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Michael 41 años
Conocí a Edu en un momento muy difícil de mi vida. Durante varios meses, ella me proporcionó un entorno seguro para hablar sobre lo que estaba experimentando y me ayudó a analizar cómo me estaba afectando, además de ayudarme a explorar por qué estaba respondiendo de cierta manera. A través de nuestras conversaciones pude comprenderme mejor y aprender a abordar las situaciones de manera diferente para poder ser más fiel a mí mismo, mis necesidades y mis límites.
Edu siempre fue amable y comprensiva mientras hablábamos y estaba dispuesta a desafiar mis pensamientos, puntos de vista o comportamientos de una manera positiva y productiva cuando era apropiado. También pude discutir y desafiar lo que decíamos entre nosotros si tenía un punto de vista diferente. Ella también pudo usar su conocimiento y experiencia para ayudarme, y eso es algo por lo que estoy increíblemente agradecido.
Kathy, 34 años
No había tenido terapia antes de conocer a Edu, así que estaba nerviosa por empezar y no sabía cómo sería el proceso. Puedo decir honestamente que la experiencia me ha cambiado la vida. He descubierto una nueva autoconciencia de por qué actúo de cierta manera y tomo repetidamente las mismas (malas) decisiones. Con esta nueva perspectiva ahora puedo tomar decisiones informadas y finalmente romper el ciclo... el cambio está ocurriendo y yo tengo el control.
Durante nuestras sesiones, me sentí lo suficientemente segura como para hablar sobre mis sentimientos y preocupaciones, sin sentirme juzgada. Sentí amabilidad y empatía. A veces puede ser difícil, pero Edu siempre me hizo sentir lo suficientemente segura como para explorar las partes más difíciles de mi vida. No puedo agradecerle lo suficiente.
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Annya, 22 años
Trabajar con Edu fue una experiencia muy positiva para mí. Me pusieron en contacto con Edu porque me sentía confusa sobre mi neurodivergencia y específicamente sobre mi TDAH. Habiendo descubierto recientemente sobre el TDAH, fue un verdadero salvavidas hablar con ella sobre las cosas con las que luchaba socialmente y comprender mejor las formas de sobrellevarlas y manejarlas. Fue un placer conversar con ella, realmente amable, simpática y atenta en la forma en que guía las sesiones. ¡Gracias!
Javier Schubert – 62 años – residente en España
Haciendo un balance comparativo puedo decir que la vida ha venido siendo conmigo bastante generosa. Desde luego, he padecido momentos dolorosos, algunos especialmente duros, pero de todos ellos he salido aparentemente sin secuelas y sin una ayuda especializada.
No obstante, pocos años atrás, he sufrido un penoso y sorpresivo golpe por parte de quien menos podía esperarlo: una persona a la que amaba y admiraba en muchos aspectos. Un golpe artero que impactó no solo en la esfera de los sentimientos, sino que afectó gravemente muchas otras, desde las económicas hasta las afectivas (estas últimas no solo con personas), pasando por las laborales.
En esa oportunidad la ayuda profesional que recibí de Edu constituyó un factor fundamental para mi recuperación en todo sentido. Que atribuya esta cualidad a la labor por ella desarrollada creo que no puede ser desatendido, proviniendo de una persona que, como yo, siempre ha tenido cierto reparo hacia las terapias psicológicas o de esa especie.
Debo reconocer que en cada sesión me ha hecho sentir cómodo y escuchado, facilitándome acceder a ella y, en consecuencia, a expresarme con libertad, sin miedos. Paulatinamente he ido sintiendo que retomaba el timón de mi vida y que volvía a ser yo mismo, pero quizá más fuerte aún, pues el sentir haber superado esa experiencia lacerante, era algo así como afirmarme en mi energía y vitalidad. Por otra parte, creo que debo resaltar su virtud profesional en cuanto a que no generó ningún tipo de ligamen o dependencia profesional a futuro: fue una ayuda necesaria e inestimable, pero eso ya es pretérito.